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Talleres:

Taller 1:

Amor

Corazón

Venas

Sangre

Arterias

Válvulas

Sentimientos

San Valentín

Febrero

Chocolates

Mariposas

Chispa

Enamorado

Taller 2:

Ñero

Chuzada

Kevin

Brayan

Bachillerato

Cuchillo

Navaja

Reggaeton

Colonia

Sintetizador

Jerga

Maluma

Bogota

Lechona

Avestruz

Cordones

Zapatos

Partido

Parce

Marica

Gonorrea

Morbo

Taller 3:

Amor Pirobo

Relación Toxica

Perdida Amorosa

Chuzada Ñera

Cuchillo Brayan

Kevin Navaja

Jefferson Gonorreico

Ñero Colegio

Bachiller Colegio

Taller 4:

Entre ríos

Cascada pequeña

Barrio Peligroso

Estrato medio

Canal Sucio

Bola carnal

Increíble Áspero

Poeta Salado

Sublime Montaña

Teoría acertada

Taller 5:

Laguna Azul

Lago Ness

Monstruo Grande

Escocia frío

Café Bar

Leyenda Europea

Mar Frío

Mar Congelado

Arbol Verde

Río Azul

Arbol alto

Cielo estrellado

Avión plateado

Monstruo gris

Barco pirata

Caña de pescar

Taller 6:

Cisne bien negro

Hecha con sangre

Halloween con Mike

Amor con peligro

Chucky con novia

Mirada bien penetrante

Mirar el alma

Carroñero de corazón

Bar de gays

Filipinas con gente

Taller 7:

Bandada de pajaros

Gente de fuera

Borrachos de guerra

Maricas de vereda

Bobina de plata

Roca de cristal

Comida de grasa

Sexo de mujeres

Pasión de gavilanes

Vendedora de rosas

Taller 8:

Perra en calor

Pecho en sudor

Suposición en teoría

Clavado en agua

Carro en cine

Lara en campo

Cornea en marfil

Pestaña en ojo

Taller 9:

Tirame en tu espacio

La carroza me mata

El pasto se come

La maquina me besa

El trueno esta furioso

El anillo de bodas

Las tres brujas tristes

Los carroñeros me devoran

Descripción de rostro:

Posee una cara redonda, blanca con algunos tonos

Amarillentos cuando está cansada, nariz un poco

Ancha, unos ojos cafés oscuros, casi negros, ligeramente

Separados, labios semigruesos y rosados, boca ancha, dientes

Perfectamente alineados y ligeramente separados, con los

Caninos un tanto afilados, frente pequeña, orejas redondas

Y medianas que casi no se alcanzan a distinguir por el

Liso de su cabello negro como la noche, los ojos un

Poquito saltones, pestañas espesas al natural y sin maquillaje,

Cejas alargadas y poco pobladas, cabello completamente

Liso.

Cronica:

El inicio de semana no es generalmente el momento más deseado por el común de los mortales, luego de un buen fin de semana (con puente incluido) habiendo descansado cual tronco recién cortado, estamos no muy listos para llevar a cabo las actividades cotidianas que cada día nos atan más como personas naturales.

Afortunadamente, existen actividades extracurriculares que son aquellas que no van muy de la mano con la cotidianidad anteriormente mencionada.

Debido a una presentación que se realizará en el coliseo del colegio Champagnat, se está ensayando arduamente dos veces por semana, veces en las que no interferirá con el resto de las actividades universitarias.

Aquel jueves fue un tanto extraño, tal como lo es encontrar el trébol de 4 hojas, momentos casi únicos que te hacen vivir los amigos de otras carreras con los que socializas fuera de las actividades universitarias, personas que tendrán el mismo retraso mental que uno.

Tengo la increíble, única y especial habilidad de dejarlo todo a última hora, tanto así que suelo dejar el tiempo libre suelto como barco a la deriva esperando a la noche anterior a la entrega del trabajo que debo realizar, ya que siempre he trabajado mejor bajo presión, ya que haciendo las actividades con tiempo de sobra, es extremadamente aburrido, casi tanto como ir a ver una película sobre el ajedrez.

Siendo el viernes el único día de la semana en el que madrugo, debido a que tengo clase a las 7 de la mañana, mientras que los demás días de la semana o no tengo clase o entro a las 10 am, el despertador no sonó, era más terco que una mula ese aparato, y por ese motivo falté a la primera clase, despierto, miro la hora y doy un brinco en la cama para tratar de alistarme en media hora, lo que en realidad suelo tardar una hora o más, debido a que vivo a 10 minutos a pie de la universidad donde estudio.

Entre sudor, pasos largos y rápidos, trafico, smoke y gente, iba avanzando con la esperanza de llegar relativamente temprano a la universidad, al cruzar la avenida, como es de costumbre, siempre hay una gran cantidad de tráfico, el cual, si no disminuye, no te deja llegar a tiempo, a no ser que tomes la alocada opción que varios estudiantes y yo cometemos, que es prácticamente tirársele a los carros cual suicida, obligando a que estos frenen en seco y así darnos vía libre para cruzar. Llego a la universidad y que sorpresa, el salón donde tenía clases aún no abría, aliviado, me senté cerca y vi cómo poco a poco llegaban mis compañeros.

El resto de la mañana transcurrió normal, hasta las 12 que se acaba la clase, recibo un correo en el celular, diciéndome que una banda que yo conformo había quedado en el Ibagué Ciudad Rock (evento de este género realizado anualmente), debido a esto, y a que ya no tenía más clase por el resto del día, almorcé, fui a mi casa, cogí mi guitarra, y me fui a ensayar con la banda, con la que conseguimos un buen ensamble.

Satisfecho terminé el viernes, cuando al día siguiente tenía el cumpleaños de una amiga que hace tiempo no veía, y obviamente decidí ir (aunque no sepa bailar) llegué a casa a las 12 am, mi madre ya estaba dormida, y yo estaba más cansado que un pedazo de cuarzo, que me tire en la cama sin empijamarme y caí como piedra caliza.

El fin de semana transcurrió normal como de costumbre, y lo mejor de eso fue que dormí a lo grande, un lujo que poco nos podemos dar los universitarios.

Homenaje a Gabriel Garcia Marquez y tres grandes cronistas:

Homenaje a García Márquez y 3 grandes cronistas

“Despuntaba un martes turbio. No tuve valor para dormir solo al término de la jornada opresiva, y empuje la puerta de la casa de María Alejandrina Cervantes por si no había pasado el cerrojo…” (García Márquez)

 

  1. Iniciaba la jornada opresiva ya con la mentalidad rutinaria de siempre, algo que acongoja a muchos que son silenciados al no querer realizar su verdadera vocación. María Alejandra Cervantes me esperaba en la esquina cerca de la Universidad para continuar el camino despuntando un fuerte y abrazador sol.

  2. Personajes de “Crónica de una muerte Anunciada” (10)

-Santiago Nasar

-Flora Miguel

-Bayardo San Román

-Clotilde Armenta

-El Coronel Aponte

-Cristo Bedoya

-Pablo Vicario

-Plácida Linero

-Viudo de Xius

-Dr Dionisio Iguaran

 

  1. Bayardo San Roman

Es un ingeniero de trenes reconocido y acaudalado que se casa con Ángela Vicario con todos los honores y lujos que una mujer pueda desear en su matrimonio, pero es devuelta a su madre, Pura Vicario, al descubrir Bayardo que Ángela no era virgen.

  1. “Pablo Vicario se sacó el saco, lo puso en el taburete, y desenvolvió el cuchillo en forma de alfanje. Antes de abandonar la tienda, sin ponerse de acuerdo, ambos se santiguaron…” (García Márquez)

 

María del Pilar sacó la navaja de su cajón, cuando Marco Alberto Guarín se iba a abalanzar contra ella, esta le propinó una puñalada a modo de defensa propia, no sin antes asegurarse de premeditar cómo limpiar la escena del crimen, sabiendo que no era muy buena ocultando sus errores, improviso a la hora de borrar sus huellas.

 

 

Se despertó, cogió su pasaporte, llegó al aeropuerto, subió al avión, lo secuestró y lo estrelló en la Torre 1.

  1. “Santiago Nasar me había dicho a menudo que el olor de las flores encerradas tenía para él una relación inmediata con la muerte, y aquél día me lo repitió al entrar en el templo” (García Márquez)

 

A mi madre le encantan las flores, por eso es un regalo común para ella, acompañado de otros detalles diferentes.

Cronica:

En donde lo “moderno” acabó con lo clásico

Era una mañana cálida, como lo es casi siempre en la ciudad de Ibagué, me encontraba en la plaza Manuel Murillo Toro con mi compañera Lina María Bonilla esperando a Paula Pachón y a Irene Rodríguez, el tiempo pasaba y el calor iba aumentando, por lo que empecé a sentir la ropa pegada al cuerpo por el sudor, mientras intentaba generar contacto con la gerente del centro comercial Pasaje Real, donde se encontraba el escenario de lo que alguna vez fue uno de los mayores cinemas de la ciudad, por lo que me había facilitado una amiga su número. Luego de habernos encontrado nos informaron que debíamos encontrar con nuestro compañero Santiago Ibarra en la 15 con 3ra.

Estando todos juntos, empezamos a recorrer el centro en busca del cinema imperial, por lo que preguntamos a cualquiera que tuviera rostro de saber dónde quedaba, hasta que dimos con el lugar y con una de las pocas personas que vivió en la época de auge del cine, dándonos la información que necesitábamos. A partir de ahí, quedamos en que yo me quedaba en el centro por lo que mis abuelos vivían cerca, para que a las 7 me pudiera encontrar con el señor José Diomedes Poveda, quien era el celador del edificio Metrópoli desde sus inicios, tanto como celador y proyector de películas de cuando el Metropol era un cine.

La historia del Metropol se remonta a la segunda mitad del siglo XX, cuando finalizando la década de los años 60, los dueños del Teatro Tamaná, ubicado en la calle 21 entre carreras 4ta y 5ta, tuvieron la idea de construir otro salón de cine con las mejores técnicas de la época, y fue así como Camilo Raful Abusaid (comerciante y dueño de la emisora Ecos del Combeima) y el médico Hugo Sotero Zarate, con su esposa Carol Garner emprendieron la tarea de construir en el centro de la ciudad el cinema. Luego de muchos estudios buscando su factibilidad, concluyeron que el sitio apropiado era la carrera 2da entre calles 11 y 12 en un lote que llenaba todas las necesidades de espacio y ubicación, y fue así como llegó a feliz término dicho proyecto, que se convirtió en el teatro Metropol, el más lujoso y técnico de la ciudad para aquel momento. Su ambición era que superara los teatros de la cadena Ramírez, que eran los dueños del mercado en la ciudad. El dichoso teatro se constituyó en el mejor de la ciudad, y así fue aceptado por la comunidad tratando de corresponderle con su asistencia al gran esfuerzo realizado por los inversionistas.

El antes Cinema Metropol, (actualmente Edificio Metrópoli) es uno de los más recordados por aquellos que a pesar de no haberlo visto nacer, lo vieron en sus últimos años, antes de que el Centro Comercial Multicentro lo desbancara con Cinemark. A los que nacieron en la década de los 90´s o a principios de los 2000, podrían serle más significativo el antiguo Cinema Metropol, ya que ahí se transmitieron las primeras películas de lo que hoy en día son sagas exitosas a nivel mundial, como Harry Potter o la Era de Hielo, o de alguna franquicia que en ese entonces acababa de iniciar su carrera como Disney Pixar(1994), ejemplos claros son Buscando a Nemo, Monsters Inc y Toy Story, aunque ahí estuvieron en cartelera otras famosas películas como Grease (1978) o De Regreso al Futuro (1985).

Aún, es sus cambiadas edificaciones, en el Edificio Metrópoli, se encuentra trabajando como celador el señor José Diomedes Poveda, quien hacía más de 30 años era también el celador del anteriormente mencionado Cinema, del que también era el proyector de las películas que se encontraban en cartelera.

Con nostalgia relata que lo único que queda del teatro actualmente son las paredes, el resto de edificaciones internas fue cambiado totalmente, convirtiéndose así en un parqueadero con columnas, techo y suelo de concreto. La columna derecha de lado de la entrada, se podía imaginar la taquilla, aquel lugar en donde los niños tenían luz verde para poder entrar a ver a sus personajes favoritos de la pantalla grande, aquella entrada no tenía una rampa de bajada como ahora, sino más bien una entrada plana con puertas de vidrio, que daba a una especie de vestíbulo, con unas escaleras hacia el lado izquierdo que se dirigían a la cafetería del segundo piso, a la izquierda, una puerta de acceso exclusivo para el personal, donde se entraba para la sala de proyección y dejar salir toda esa magia cinematográfica importada de Estados Unidos desde las más prestigiosas empresas de cine, y en el centro, avanzando cada vez se hacía más oscura, un tanto lúgubre, la entrada que conducía a la única sala del cinema, que a pesar de sólo ser una, contaba con una gran capacidad, las sillas eran de colores negras y azules.

Los domingos había proyecciones tipo matinal, matiné, despertin y noche, ya que era el día del fin de semana con más flujo de personas que deseaban desestresarse y olvidarse por un momento con sus hijos de las arduas actividades de la semana, y de lunes a sábado, eran proyecciones tipo matiné (3:30), despertín (7:30) y noche (9:30).

Ya con la aparición del Centro Comercial Multicentro, junto con el cinema Cinemark en el 2006, ya con equipos más modernos de última tecnología, los del Metropol quedaron prácticamente obsoletos, haciendo que los antiguos cines clásicos se acabaran, siendo el Metropol el último de ellos en terminar, aparte de que en los últimos años, la administración era pésima, ya que en la sala de proyección se dejaban restos de comida sin limpiar, y esto atraía a numerosos roedores y cucarachas que caminaban en medio de las sillas incluso en medio de las funciones, además de pequeños y veloces entre la pantalla y el espectador que resultaban ser murciélagos, no solo la aparición de los nuevos cines acabaron con lo clásico, si no el mal cuidado que estos tuvieron a lo último.

Luego de haberse terminado el teatro, este quedo vacío por dos años, el mismo tiempo que José Diomedes Poveda estuvo fuera, hasta que los dueños lograron venderlo a los que son sus dueños actualmente, que lo volvieron edifico de oficinas y locales comerciales.

El recuerdo de lo que fue no solo el Metropol, sino el cinema Real, el Nelly, anteriormente el Avenida, Julio César y el Imperial fue el comienzo del cine en el Tolima, donde poco a poco se fue influenciando por la cultura norteamericana, aunque el Teatro Tolima se puede considerar una sala de cine, ya que a veces en eventos se proyectan cintas, pero nada como lo eran los clásicos.

Al final, no nos demoramos mucho, ya que el señor Diomedes era un señor muy amigable y simpático, no demoró más de media hora, era ya de noche y estaba muy sola es parte del centro, por lo que tuve que ir rápido donde mis abuelos por miedo a que me robaran, afortunadamente la plaza de Bolívar estaba con gente, por lo que no me fue muy difícil llegar, podía quedarme ahí a dormir por lo que no tenía clase en la mañana, y dormí bien sabiendo un poco más a fondo sobre lo que no sólo fue mi infancia si no la de muchos otros jóvenes.

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